Aunque es el espresso el café más popular, el café americano tiene también muchos seguidores y hay que decir que está en auge, siendo cada vez más solicitado en el mundo del café de especialidad.
Lo que ocurre es que en muchos bares y cafeterías que no son de especialidad no se sirve correctamente el café americano. Y es que la creencia popular es que se trata de un café negro largo, con lo que un americano sería el equivalente de servir una taza grande de café solo, pero esto no es así.
En este artículo voy a aclararte qué es exactamente el café americano, qué lo diferencia de otras variedades y un poco sobre sus orígenes.
Así es el café americano
En realidad es muy sencillo preparar un café americano. Básicamente consiste en un tiro de espresso, seguido de una dosis, igual o mayor, de agua caliente.
La idea del café americano es, pues, diluir el espresso con agua para hacerlo más suave, restándole amargor, acercándolo un poco a la ligereza de un café de filtro pero un poco más fuerte que este.
No hay unas proporciones exactas de café y agua, pero por norma general se suele echar la misma cantidad de agua que de café, ya que si echas mayor proporción de agua que de café sí que puede quedarte un café muy aguado, aunque en esto es todo cuestión de gustos.
En mi opinión, el mejor café americano que he probado es ciñéndome a la dosis de espresso recomendada, que es de 25 ml, añadiendo una dosis de agua equivalente, dando como resultado una taza de café de 50 ml. De esta forma se consigue lo mejor del espresso -sigue siendo un café con mucho aroma y cuerpo- pero lo mejor del americano, restándole gran parte de su amargor.
Pero quien suele pedir un café americano lo hace porque le gusta el café muy suave. En este caso, una opción es alargar el tiempo de infusión del espresso y servir una dosis de 50 ml, añadiendo luego otros 50 ml de agua caliente. El café resultante es una taza de 100 ml, de aroma y sabor muy ligero.
Leerás en algunos sitios -incluso en la Wikipedia– que el café americano se prepara con una cafetera Chemex o de goteo, pero esto no es así. Como verás a continuación, el origen del café americano explica claramente que este debe prepararse en una cafetera express, pues de lo contrario simplemente estaríamos hablando de un café de filtro normal y corriente.
¿De dónde viene?
Llamándose café americano uno lo primero que piensa es que viene de Estados Unidos, pero no es exactamente así. La historia del café americano es relativamente reciente, y surgió en suelo europeo aunque con influencia estadounidense.
Se cree que fueron los soldados norteamericanos, durante la Segunda Guerra Mundial, quienes idearon el café americano, pero lo hicieron en suelo europeo. Y es que cuando estaban desplegados luchando en Italia, el café que les servían era el típico del país transalpino, el espresso, un tipo de café prácticamente desconocido en Estados Unidos y al que los soldados yankees no estaban acostumbrados; para ellos era un café muy fuerte, lejos del café de filtro que suele servirse en las cafeterías en Estados Unidos.
La solución de estos soldados norteamericanos fue añadir agua caliente al espresso para rebajar su sabor y aligerarlo. Pronto los europeos que vieron aplicar este método apodaron a este café como americano, y de ahí fue ganando adeptos hasta el día de hoy.
La diferencia entre el café americano y otros tipos de cafés largos
Como decía al inicio del artículo, muchos confunden el café americano con otros cafés largos, como el long black o el lungo. La clave para distinguirlos es el método de preparación:
- El lungo es un espresso cuya dosis es de entre 50 ml y 90 ml, pero al que no se le añade agua. Por ello no es tan concentrado como el espresso, pero sigue siendo un café de fuerte sabor y aroma, y dado su mayor tiempo de extracción, también tiene algo más de cafeína.
- Por su parte, un long black es similar al americano, pero hay una diferencia fundamental, y es que además de llevar no solo uno sino dos tiros de espresso o ristretto, se agrega primero el agua caliente y después el café. Esto se hace para lograr mantener la capa de espuma en la taza, con lo que no solo la apariencia en la taza es más bonita sino que la mayor parte del aroma se concentra en esa espuma, desprendiendo más olor. El long black tiene su origen en Australia, al igual que el flat white, otra variedad en la que se sirve un doble espresso (parece que allí les gusta el café intenso).
Algunos consejos y recomendaciones al preparar un americano
- Como siempre cuando hablamos de preparar café, es fundamental escoger un buen café, ya sea en grano o molido. Te puedo recomendar buenos cafés en grano y otros 10 cafés molidos que puedes comprar en supermercados.
- Como digo, es importante dejar claro que el café americano se realiza con cafetera espresso, pudiendo ser tanto una cafetera express manual como una superautomática.
- Como el café americano es un espresso al que se le añade agua caliente, es importante también que el agua esté a la misma temperatura que la que se ha servido el espresso (alrededor de 90º). En este sentido, lo bueno de las superautomáticas es que tienen salidas independientes para el agua y el café, y en el caso de usar una cafetera express manual que no tenga salida independiente para el agua es recomendable usar un hervidor de agua.