Durante mucho tiempo los tres cafés con leche más populares en España eran el típico café con leche y el cortado, con el cappuccino también como tercera opción, pero con la llegada del café de la tercera ola diría que el cappuccino ya ocupa la primera posición en popularidad, seguidos por otras dos bebidas con leche muy habituales en las cafeterías de especialidad: el latte y el flat white.
Quiero explicarte en este artículo cuáles son las diferencias entre el cappuccino, el latte y el flat white, porque aún veo mucha confusión al respecto.
Una cuestión de proporciones
La diferencia más importante radica en la proporción de café, leche y espuma de leche.
El más conocido de los tres, el cappuccino, lleva un tercio de los tres componentes. Esto significa que un tercio de la bebida es espresso, otro tercio es leche caliente, y el otro tercio es espuma de leche.
El latte, por contra, lleva una proporción de 1/3 de espresso y 2/3 de leche ligeramente vaporizada, coronado con un toque ligero de espuma.
El flat white tiene la misma proporción que el latte, solo que en vez de un único shot de espresso lleva dos, y su capa de espuma se caracteriza por ser mucho más sutil y ligera, dando una bebida más fuerte.
Y también de espuma
Pero la espuma también determina las diferencias entre las tres bebidas, y esto tiene también como consecuencia perfiles de sabor muy distintos, porque la cantidad y tipo de espuma influye mucho más de lo que crees en el sabor.
El cappuccino es el que tiene una capa de espuma más aireada y voluminosa. Al tener más aire, la espuma no se mezcla con el café, y por eso el cappuccino tiene esa composición tan marcada con tres capas diferenciadas de café, leche y espuma. Eso es lo que hace que en el cappuccino disfrutemos primero del dulzor de la espuma de leche y luego recibamos el “golpe” del amargor del café.
En el latte la leche se espuma de forma más ligera, inyectando menos aire, de manera que queda una espuma menos aireada, más “líquida” por así decirlo, y así se integra y se mezcla más con el café. El resultado es una bebida más suave y dulce desde principio a final.
En cuanto al flat white, la espuma es aún más ligera que en el latte. De hecho, en algunas cafeterías de especialidad prácticamente ni espuman la leche, simplemente se vaporiza y ya con el calor queda una capita de espuma de leche ultraligera. El resultado es una leche integrada por completo con el café, pero como en el flat white hay dos tiros de espresso, el sabor es más fuerte e intenso que en el cappuccino y el latte.
¿Cómo preparar las tres bebidas en casa?
En el blog de hogarbarista tienes las recetas para el flat white, el cappuccino y el latte. Básicamente tienes que guiarte por las proporciones y por el tipo de espuma.
Dentro de las cafeteras de bomba son las cafeteras tipo barista las más idóneas, porque usan vaporizadores de más potencia y calidad con los que es posible espumar la leche de forma controlada. Con los vaporizadores de las cafeteras express más baratas resulta imposible lograr una microespuma de leche para latte o flat white, si bien para cappuccino sí que pueden servir.
Si tienes una superautomática dependerá mucho del modelo que tengas para poder preparar cualquiera de estas tres bebidas. La mayoría de cafeteras superautomáticas con depósito de leche vienen con el cappuccino como bebida programada; algunas también preparan latte y son minoría las que preparan flat white, aunque con la creciente popularidad de esta bebida cada vez son más.
En cualquier caso, si tu superautomática no viene con el latte ni flat white como bebidas programadas, puedes mirar de servir, primero, el café, y luego ver si la cafetera tiene alguna opción para servir espuma de leche por separado, respetando las proporciones que ya te he mencionado antes.
Si tu superautomática es un modelo de gama baja, de los que tiene vaporizador en vez de depósito de leche, sigue los consejos fundamentales para espumar leche, tal y como lo harías con una cafetera de bomba.
