Empezó a ponerse de moda hace ya algunos años, y ahora lo vemos en cualquier cafetería de especialidad, en el Starbucks, e incluso ya lo vemos como bebida programada en muchas de las cafeteras superautomáticas de última generación.
Hablamos del Flat White, una variedad de café con leche que pasa por ser una de las más intensas, ya que una de sus particularidades es que da más protagonismo al café que a la leche, siendo un café estupendo para la sobremesa pero más elaborado con mayor volumen que, por ejemplo, un cortado.
En este caso, y al contrario que en un cappuccino o un latte macchiato, la leche aportará únicamente una textura sedosa que se integrará perfectamente con el café, aportando el toque de dulzura justo para disfrutar de un café intenso de sabor pero con esa reducción de la acidez y la astringencia que caracterizan al espresso.
Así es el Flat White
De forma resumida, se podría decir que el Flat White es un latte pequeño, o mini latte, solo que con más proporción de café y una espuma de leche más ligera.
Los cánones mandan que la medida ideal del Flat White estaría en torno a los 150 ml, con una proporción que sería de un tercio de café y dos tercios de una capa de leche vaporizada y ligeramente texturizada. La clave es que el tercio de café debe estar compuesto por dos shots de espresso, no vale con simplemente extraer un espresso con ratio de lungo, sino que se trata de servir dos tiros de espresso, pues eso es lo que le dará la fuerza a una receta que debe ser mucho más intensa que el cappuccino y el latte.
Después de los dos tiros de espresso, la clave está también en la preparación de la leche, pues se trata de conseguir una textura de microburbujas muy ligera, pero no esa capa de espuma densa que caracteriza al cappuccino. Y es que, al contrario que con el cappuccino, donde se separan claramente las capas de café y espuma de leche para crear ese contraste tan característico, en el Flat White se trata de que no haya diferenciación de capas, sino que café y leche queden más integrados y que el sabor sea más homogéneo durante la toma.
¿Cuál es el orígen del Flat White?
El origen de esta variedad se sitúa en Australia a partir de los años 60. Australia aumentó el consumo de café y sufrió un auge de la cultura cafetera en el país a raíz de la inmigración italiana que recibió tras la 2ª Guerra Mundial, llegando a ser el tercer país con mayor número de cafeteras express del mundo.
Evidentemente, la simbiosis entre la cultura cafetera italiana y la cultura cafetera anglosajona dio pie a una diferenciación de cafés, clasificándose entre cafés “black” largos y cortos, o los cafés “white”, con las variedades de flat, cappuccino y vienés. Aunque aún no está claro del todo, es Alan Preston quien reclama la invención, en 1985, del nombre de la bebida, resultado de abreviar el nombre con el que se se conocía por entonces a esta variedad, llamada white coffee flat (café blanco plano).
Y eso es exactamente el Flat White, un café con leche plano, es decir, con menos espuma que el cappuccino.
Si quieres saber un poco más sobre el Flat White, te recomiendo que veas este vídeo, donde cuentan más detalles sobre el origen de esta variedad y su forma de prepararlo: